El otro día, escuchando la canción de Macaco llamada "La memoria del corazón", no pude evitar pensar en lo bien que refleja lo que vivimos cada día en el acompañamiento de personas con Alzheimer. Macaco canta sobre la idea de que, aunque la mente olvide, el corazón sigue recordando. Y es que, en el Alzheimer, las emociones permanecen incluso cuando los recuerdos se desvanecen.
A veces, vemos a personas que ya no pueden recordar los nombres de sus seres queridos o los eventos importantes de su vida, pero ante un gesto de cariño, una canción o un aroma familiar, algo en su interior se enciende. Es como si el corazón tuviera una memoria propia, más allá de la lógica y la razón.
¿Qué es la memoria del corazón?
La memoria del corazón no es un término científico, pero refleja una realidad que muchos experimentamos. Se trata de la memoria emocional, esa que no depende de los detalles concretos, sino de lo que sentimos en un momento determinado. En el Alzheimer, la memoria lógica se ve afectada desde las primeras etapas, pero las emociones, los sentimientos y las experiencias vividas con intensidad suelen permanecer.
Un abrazo, una sonrisa o una caricia pueden despertar esa memoria emocional, trayendo al presente sensaciones de bienestar, seguridad o alegría, aunque no se recuerden los detalles exactos del pasado. En esos momentos, la conexión emocional sigue viva.
El poder de la música y los sentidos
La canción de Macaco nos invita a reflexionar sobre cómo la música puede tocar lo que la memoria lógica ya no alcanza. Y no es solo la música; otros estímulos sensoriales, como los olores, el tacto o incluso los sabores, pueden conectar con la memoria emocional. Por ejemplo, el aroma de una comida que siempre le gustó o la textura de una manta familiar pueden evocar emociones que habían quedado dormidas.
La música, en particular, tiene un poder especial. Puede actuar como un puente entre el presente y los recuerdos más profundos, despertando emociones que la persona con Alzheimer no puede expresar con palabras, pero que siente claramente.
Cómo aprovechar la memoria del corazón en el día a día
En el cuidado de personas con Alzheimer, es importante recordar que, aunque los detalles puedan perderse, las emociones siguen presentes. Aquí te dejo algunas ideas para aprovechar la memoria emocional en el día a día:
Usar la música favorita: Pon canciones que hayan sido significativas en la vida de la persona. No importa si ya no recuerdan la letra o el título; lo importante es la sensación que les transmite.
Estimular los sentidos: Utilizar aromas, texturas o sabores familiares puede traer calma y despertar emociones positivas. Por ejemplo, el olor de un pastel casero o el tacto de una prenda que siempre usaron.
Compartir momentos de contacto físico: Un abrazo, una caricia o simplemente sostener la mano puede reconectar a la persona con una sensación de seguridad y afecto.
Al final, lo que queda es cómo los hacemos sentir
El Alzheimer puede llevarse los recuerdos más recientes, las palabras o las historias compartidas, pero lo que no se pierde es cómo hacemos sentir a la persona. El cariño, la paciencia y los gestos de amor quedan grabados en esa memoria emocional, esa memoria del corazón de la que habla Macaco.
Así que, cuando acompañes a un ser querido, no te preocupes tanto por lo que puede o no puede recordar. Lo importante es la emoción que le transmites, porque eso es lo que realmente queda en su corazón.
Dejar la noche atrás, seguir bailando igual.
Sería mi ilusión.
El alma ver huir,
en alas de un latir
que me habla de un amor...
Comments