En La Casita de Inés, creemos que cada persona merece un entorno que respete su individualidad y sus capacidades, independientemente de la etapa de vida o de la enfermedad que esté atravesando. Uno de los enfoques que usamos es el método Montessori, adaptado para personas mayores con Alzheimer.
Este método, originado en la educación infantil, se centra en brindar autonomía y fomentar el aprendizaje a través de actividades prácticas y significativas. En el contexto del Alzheimer, la metodología Montessori tiene un propósito igual de importante: crear momentos de conexión y calma.
El otro día, observé a María, una de nuestras usuarias, participando en una actividad de tejido. Al principio, sus manos se movían con duda, como si intentara recordar algo lejano. Pero, poco a poco, los movimientos se hicieron más fluidos, y una sonrisa apareció en su rostro. En ese instante, no importaba si recordaba exactamente cómo tejer; lo importante era el momento de conexión que estaba experimentando.
¿Por qué el Método Montessori para el Alzheimer?
El Alzheimer suele llevarse consigo los recuerdos episódicos y los detalles específicos, pero deja intactas otras capacidades, especialmente las relacionadas con las emociones y las habilidades sensoriales. A través de actividades simples y adaptadas, el método Montessori permite que las personas con Alzheimer se reconecten con estas capacidades. En lugar de enfocarnos en lo que ya no pueden hacer, nos centramos en lo que sí pueden experimentar: un instante de calma, una sonrisa espontánea, o la satisfacción de completar una actividad.
Cada actividad Montessori está pensada para ser accesible y significativa. Desde clasificar objetos hasta cuidar una planta o doblar una toalla, estas tareas simples ofrecen una sensación de autonomía y propósito. Al brindarles la oportunidad de participar, les damos algo más que una actividad: les devolvemos un sentido de dignidad y de pertenencia.
Cómo aplicar el Método Montessori en casa
Si estás acompañando a alguien con Alzheimer, aquí te dejamos algunas ideas para crear momentos de conexión en el día a día usando el enfoque Montessori:
Actividades prácticas y familiares: Proporciona tareas simples, como doblar ropa, clasificar cartas o cuidar una planta. Estas actividades ayudan a las personas con Alzheimer a sentirse útiles y a mantener una conexión con su entorno.
Crear un ambiente relajado y seguro: La calma y la estructura del ambiente son esenciales. Mantén un espacio ordenado y familiar, con estímulos suaves que inviten a la tranquilidad.
Respetar su ritmo y sus intereses: Es importante no presionar ni corregir; la intención es que la persona disfrute del proceso y de lo que va experimentando, más allá del resultado.
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A veces, estos momentos de conexión pueden parecer pequeños o insignificantes. Sin embargo, son esos instantes los que construyen la sensación de paz y de pertenencia, y aunque la memoria lógica no los retenga, la memoria emocional los guarda.
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